Antón de Carrión, uno de «los trece de la Fama»

Hoy me centraré en contarles lo que sé y he encontrado sobre Antón de Carrión, uno de “los trece de la Fama” que siguieron a Francisco Pizarro cuando peor pintaba su empeño en continuar hacia el Perú. Este hidalgo fue uno de los pocos que permanecieron fieles al extremeño, apostando por el sueño de alcanzar el mítico y rico dominio de los incas.

antoncarrion

Como muchos de ustedes, conocía grosso modo el episodio histórico en cuestión pues es uno de los más célebres de la Conquista del Perú. Un agradable paseo por la bella Carrión de los Condes, localidad palentina cargada de historia, me hizo reparar en la placa de cerámica con la que se recuerda a este hijo suyo que vivió una aventura sin igual y fue uno de “los trece de la fama”. Hoy, como sus otros doce compañeros, yace en el baúl del olvido…

En 1527, en la segunda expedición comandada por el extremeño hacia el Perú, las fuerzas flaqueaban, el hambre abundada, las flechas de los naturales habían hecho estragos diezmando la expedición y las riquezas prometidas brillaban por su ausencia. Tan sólo unas pocas decenas de hombres sobrevivían como podían junto a Pizarro en la isla del Gallo –entre ellos nuestro Antón de Carrión– muchos querían volverse a Panamá y el capitán, tenaz y orgulloso, se negaba a abandonar su empresa pese a las calamidades sufridas hasta la fecha.

Es entonces, en una situación límite ante las adversidades y el descontento de muchos de sus hombres, cuando Pizarro traza una raya en el suelo con su acero toledano y pronuncia aquella mítica frase:

“Por aquí se va a Panamá a ser pobres, por este otro al Perú a ser ricos; escoja el que fuere buen castellano lo que más le estuviere”

Así al menos es la versión más extendida que ha llegado hasta nuestros días por mor de los cronistas e historiadores, apoyándose en múltiples documentos de la época que confirman los hechos. Ahora bien, entre los detalles que nos cuentan los investigadores hay ciertas variaciones, tanto en el número de los que pasaron la raya con Pizarro (doce, trece, catorce o dieciséis según la fuente que se consulte) como en la propia identidad de alguno de aquellos aventureros.

En cuanto a la escenografía concreta de aquél instante del verano de 1527 –la raya en el suelo trazada con la espada y las palabras de Pizarro– es imposible saber si fue exactamente así, aunque suena más bien a una recreación idealizada de aquél momento realizada por cronistas posteriores.

Si han pasado a la historia como “los trece de la Fama” ha sido sobre todo por la capitulación hecha por Francisco Pizarro con la reina Isabel en julio de 1529 y en la que se reconoce el esfuerzo y padecimientos de 13 de sus hombres, para los que Pizarro pide mercedes. A continuación, en el mismo documento, se citan sus nombres: Bartolomé Ruiz (piloto), Cristóbal de Peralta, Pedro de Candia, Domingo de Soraluce, Nicolás de Ribera, Francisco de Cuéllar, Alonso de Molina, Pedro Alcon, García de Jérez, Antón de Carrión, Alonso Briceño, Martín de Paz y Juan de la Torre.

La reina les concede la hidalguía a aquellos hombres o, en el caso de que la tengan, el título de caballero de espuelas doradas…

“… porque vos me lo suplicasteis e pedistes por merced, en nuestra voluntad de les hacer merced, como por la presente vos la hacemos a los que de ellos no son idalgos, que sean idalgos notorios de solar conocido en aquellas partes, e que en ellas y en todas las nuestras Indias, islas y tierra firme del mar Océano, gocen de las preeminencias e libertades, e otras cosas de que gozan, y deben ser guardadas a los hijosdalgo notorios de solar conocido dentro nuestros reinos, e a los que de susodicho son idalgos, que sean caballeros de espuelas doradas, dando primero la información que en tal caso se requiere”.

Antón de Carrión, hidalgo natural de Carrión de los Condes, era uno de aquellos que se enroló en las expediciones del extremeño que partieron de Panamá a partir de 1524. Poco se sabe de él pero algunos documentos del archivo de Indias nos dan algunas pistas…

Declaró como testigo en las probanzas de sus compañeros García Jarén, Cristóbal de Peralta y Pedro de Candía en 1528, declarando que era el alférez real de la expedición y resaltando los muchos padecimientos de los “trece de la fama”.

Por otros documentos que a continuación citaré, no parece que Antón de Carrión se enrolara de nuevo en la tercera y definitiva expedición de Francisco Pizarro a partir de 1531, la que concluyó con la conquista del Perú.

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En 1532 se le cita como “vecino de Panamá” al otorgarle el emperador escudo de armas: “un escudo colorado con vna torre blanca sobre vnas hondas de mar e quatro ruedas de carros de oro e vna orla verde con ocho g[r]anos de oro”. (Muy parecido al que se representa en la placa de cerámica de su pueblo y que aquí les muestro con mayor detalle).

También de ese año, 1532, la reina Juana de Castilla a Francisco Pizarro “le recomienda a Antón de Carrión y le manda que le favorezca y dé repartimiento de tierras y solares, como a los demás vecinos de la provincia del Perú”. Documento que viene a respaldar al anterior y la hipótesis de que no formó parte de la tercera expedición del extremeño.

Por último, una real cédula sobre su persona datada en septiembre de 1538 nos viene a dar la razón más poderosa para que Antón de Carrión no continuara enrolado en la conquista del Perú…

“Real Cédula de D. Carlos a Francisco Pizarro, gobernador del Perú, por la que le manda tenga por muy encomendado en los repartimientos a Antón de Carrión, descubridor de Tierra Firme y del Perú, donde fue uno de los 10 que desembarcaron con Pizarro en Túmbez, en cuyo descubrimiento quedó ciego.”

Así es amigos, resulta que Antón de Carrión quedó ciego cuando, tras el episodio de la isla del Gallo, Bartolomé Ruiz llegó con un barco, víveres y refuerzos para socorrer a aquellos “trece de la fama”. Continuaron hacia el sur y dieron con la ciudad de Tumbes, primer lugar donde tuvieron vestigios claros de la riqueza de los dominios incas. Él fue uno de los que desembarcaron a explorar y, en algún incidente o contienda, perdió la visión…

He querido rescatarlo del olvido y me alegro de que Carrión de los Condes por lo menos dedique y conserve esa placa en su recuerdo…

4 comentarios en “Antón de Carrión, uno de «los trece de la Fama»

  1. Soy Aldrin Carrrion Caballero de Jesus Maria ,,Lima Peru nacido diciembre 1969. Hijo de Abelardo Carrión RAMIREZ nacido en 1927 en Cocha, Recuay, Ancash Peru hijo de Lucilio Carrión Silva natural del Marca Recuay Ancah . Gracias x el escrito me da un poco de luces del apellido carrion en Peru

  2. Saludos cordiales desde Quito Ecuador, le saluda Marco Antonio González Carrión, según el árbol genealógico, mis ancestros provienen de la Villa Carrión de los Condes, por Álvaro de Carrión, cualquier información sobre el referido palentino, a mi mail: mgc276@hotmail.com o al celular 593 983439540

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