Bernal Díaz del Castillo, el viejo soldado cronista…

Bernal Díaz del Castillo fue un soldado castellano que participó muy activamente en la conquista del Nuevo Mundo. Conocido sobre todo por batallar junto a Cortés en México, nos dejó como legado su obra “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, que en buena parte vivió como testigo y que un servidor acaba de leer con sumo interés. Fue además encomendero en Cuba, México y Guatemala, regidor del cabildo de Guatemala y muchas más cosas, además de dejar una numerosa prole, en parte mestiza, tras su unión con varias mujeres, una de ellas regalo del mismísimo Moctezuma. Si a eso le unimos que vivió casi 90 años y que sabía leer y escribir, nos encontramos ante un tipo de larga y azarosa vida en aquellos tiempos duros del siglo XVI.

La “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España” la fue escribiendo a retales, largo tiempo después de vivir junto a Cortés la loca aventura de la conquista de México. Sin embargo, no por ello pierde interés, ya que su lenguaje llano y carente de artificios, hacen su lectura ágil y realmente verosímil al descubrir lo narrado por este soldado en aquellos años 1517-1521 en los que se centra el relato. El propio autor es muy sincero en sus páginas al explicar el motivo de su crónica: resaltar el valor y mérito de los conquistadores como él mismo y otros muchos (y no sólo de Hernán Cortés como hizo, según él, un adulador Francisco López de Gómara, quien además jamás estuvo en México); y “dejar memoria de mi”, para salvaguardar su nombre, obtener méritos y haciendas para él y para su descendencia.

Inicia su periplo en Cuba, donde tras no cumplirse sus expectativas de ricas encomiendas, se embarca pronto en diferentes expediciones para explorar la península del Yucatán. En una de ellas, rescatarán a Jerónimo de Aguilar, aquél religioso cautivo de los indios durante varios años junto al “rebelde” Gonzalo Guerrero que prefirió seguir su vida junto a los indios. (Ver mi relato al respecto en este mismo blog). Pues bien, Aguilar, junto a Doña Marina (“La Malinche”) serán los dos principales “lenguas” (traductores) de los que se sirva Cortés en su conquista de México.

mexico

No es mi intención hacer un resumen de su obra y de los hechos por él contados, ya que en buena parte son conocidos por muchos (Alianzas de un astuto Cortés con tribus indias rivales y sometidas por los mexicas, batallas y traiciones, entrada en Tecnochtitlan, encuentro con Moctezuma, tesoro del padre de Moctezuma, cautiverio de Moctezuma, expedición de Pánfilo de Narváez para apresar a Cortés, matanza de Cholula, barbarie de Pedro de Alvarado, muerte de Moctezuma, “Noche triste”, sacrificio de españoles, regreso de Cortés a Tecnothilan…). Pero sí que haré mención de algunos hechos contados por Bernal Díaz del Castillo y que han llamado mi atención, sobre todo por no conocerlos…

  • “La Malinche” era también Cortés: así llamaban los indios al conquistador extremeño, por verle como “el capitán de Doña Marina” y estar siempre a su vera, hablando ella por él. Doña Marina tuvo un hijo con Cortés, Martín, y se casó años más tarde con el hidalgo Juan Jaramillo, según narra Bernal.
  • La viruela la trajo un negro…: “…vino Narváez y trajo un negro lleno de viruelas, el cual las pegó a todos los indios que había en un pueblo que se decía Cempoal, y desde aquel pueblo cundió en toda Nueva España y hubo pestilencia”. ¿Cierto? No sabemos pero así lo asegura él, introduciendo el tema de las enfermedades y plagas que trajeron los conquistadores consigo hacia aquellas tierras vírgenes de aquellos virus…
  • Masacre de Cholula, Bernal vs Las Casas: los españoles llevaron a cabo una sangrienta represión en este lugar. Acogidos con parabienes y regalos, a punto estuvieron de caer en la trampa y ser emboscados por las tropas de Moctezuma y de Cholula. Así lo refiere Bernal, soldado y testigo de aquellos hechos. Sin embargo, el célebre Fray Bartolomé de Las Casas escribiría varias páginas denunciando aquella masacre, cometida de manera bárbara y rutinaria por los españoles, comparando a Cortés con Nerón tocando la lira mientras se incendia Roma… ¿Curioso verdad? Las Casas no estuvo allí…
  • Moctezuma o Montezuma: sin duda es uno de los personajes que más simpatía despiertan en el autor y así, lo trata siempre con sumo respeto, incluso en su cautiverio y momentos postreros y trágicos. Su descripción del emperador mexica es célebre y muy digna de reproducirse aquí…

Sería el gran Montezuma de edad de hasta cuarenta años y de buena estatura y bien proporcionado y cenceño e pocas carnes, y la color no muy moreno, sino propia color y matiz de indio, y traía los cabellos no muy largos, sino cuanto le cubrían las orejas, e pocas barbas, prietas y bien puestas e ralas, y el rostro algo largo e alegre, e los ojos de buena manera, e mostraba en su persona en el mirar por un cabo amor, e cuando era menester gravedad.

Era muy pulido y limpio, bañábase cada día una vez a la tarde; tenía muchas mujeres por amigas, e hijas de señores, puesto que tenía dos grandes cacicas como legítimas mujeres, que cuando usaba con ellas era tan secretamente, que no lo alcanzaban a saber sino alguno de los que le servían; era muy limpio de sodomías, las mantas y ropas que se ponía un día no se las ponía sino desde a cuatro días…”.

Podría seguir, es apasionante… pero no quiero cansarles. Vaya de antemano mi recomendación para que lean la crónica de este castellano viejo del siglo XVI que participó activamente junto a Cortés, Alvarado, La Malinche,… en la siempre controvertida y sin duda apasionante Conquista de México.

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